E-commerce, tal y como indica su nombre, hace referencia al comercio de productos o servicios online.
Es un modelo de negocio que va en auge desde hace varios años y que no parece estar ralentizando. Uno de los mayores motivos de tal crecimiento es la sensación actual de seguridad que el comprador siente al realizar transacciones por internet, la cual era inexistente unos años atrás.
Pero antes, debemos dejar claro que si bien todos los E-commerce son tiendas online, tal relación no es recíproca. Una tienda online se diferencia en cuanto a que oferta productos y servicios de diferentes empresas en un mismo portal web, mientras que el E-commerce solo se centra en la venta de productos y servicios de una única empresa. También debemos diferenciarlo del E-business, ya que un E-commerce tan solo abarca las transacciones de bienes y servicios, no el negocio en su totalidad. Es decir, un E-commerce no es una empresa online, sino una empresa que permite la adquisición de sus productos o servicios por internet.
Las webs corporativas siguen un esquema sencillo y la diferenciación se basa en la creatividad del contenido y el diseño.
Según el perfil comercial del site podemos diferenciar entre B2B, B2C, C2B y C2C. Y según el modelo de negocio entre Tienda online con productos propios, Dropshipping, E-commerce de afiliación, Membresía, Marketplace y Servicios.