Una red social no es otra cosa que una herramienta de Internet utilizada por las personas para comunicarse y compartir información entre sí.
Por lo tanto, desde el punto de vista del marketing empresarial, se trata de una base de datos gigantesca dentro de la cual se puede targetear a un grupo en concreto.
Pero, dejando aparte su capacidad de conversión, el principal uso de un perfil empresarial en redes sociales (y por lo que resultan de vital importancia), es el de brindarnos la capacidad de construir nuestra marca de una forma eficaz. Y es que una marca es mucho más que su logo. Es un concepto abstracto basado en las sensaciones y percepciones intangibles que el consumidor tiene sobre ti.
La eficacia de las redes sociales reside en la inmediatez y el carácter directo de la comunicación con el público, pudiendo saber al instante qué desean y qué piensan. Te permite, además, adecuar todo el contenido que creas para que vaya de la mano de tu identidad corporativa, es decir, el tono y filosofía de tu empresa.